No cabe duda de que, en muchas ocasiones, trabajar en equipo puede ser complicado, ya sea por el carácter de cada integrante, su estado de ánimo, o bien el ambiente laboral. Sin embargo, podemos poner en práctica ciertas resoluciones para lograr una buena relación y un buen desempeño:

• Centrarnos más en el “nosotros” que en el “yo”. Un pequeño gran paso es empezar a hablar en plural, para que todos los miembros sientan que pertenecen a ese proyecto. Cuanto más involucrados nos sentimos, más nos esforzamos por conseguir los mejores resultados.
• Hablar más. La comunicación es básica. Hay que establecer un entorno donde se pueda opinar con total libertad, pero también escuchar. Conviene esforzarse para que no nos encontremos con malentendidos en un futuro.
• Delegar y confiar. Para los equipos, cada tarea representa un reto y, precisamente por eso, es el mejor momento en el que pueden demostrar su valía. Para eso, deben sentirse cómodos trabajando y tener la certeza de que sus empleadores creen en ellos.
• Fijar objetivos y objetivos comunes. Para que nadie tenga la sensación de que algo que está en marcha no tiene nada que ver con ellos y también para que cada uno sepa cuál es su papel en el proyecto común.
• Reconocer y celebrar los méritos de los demás. Esta actitud contribuye a reforzar la confianza y la colaboración en el equipo, ya que eso motivará más para alcanzar los siguientes objetivos.
• Gestionar victoriosamente un conflicto. Como se suele decir, cada uno es de su padre y su madre y quizás lo que unos vemos como algo “normal” otros lo consideran fuera de lugar. Y viceversa. Y no pasa nada, porque existe un método infalible: la empatía. Si nos ponemos en los zapatos de otro, con sinceridad, se simplifica todo en un instante.
• Construir un grupo heterogéneo. Gente con formación, carácter y procedencia diversa puede ser en una incubadora de grandes ideas. Haciendo una lectura inteligente nos daremos cuenta de que tenemos la oportunidad de aprovechar al máximo las cualidades de cada persona.
• Creer en el Team Building. Dicen que los equipos que se divierten juntos se mantienen juntos, así que fomentar en la empresa una relación personal más allá de lo profesional es una gran estrategia para que mejore el trabajo en equipo. Algunos talleres pueden ser en horario oficial de trabajo, y otras no tienen por qué.

El trabajo en equipo es mucho más que eso porque requiere de ciertas sutilezas.  Así que está en nuestras manos adoptar una actitud positiva y estar predispuesto a congeniar. En caso contrario, corremos el riesgo de que el equipo acabe formándose por sí solo, lo que se traducirá en una tensión insostenible al cabo de un tiempo. Empezará una competencia “no sana”, se tomarán decisiones sin contar con nuestra opinión y eso puede ser el principio de nuestro fin. El desgaste y, como decimos coloquialmente, “estar quemado” es una de las causas principales de abandono de un puesto de trabajo.

Fuente: Eco embes empleo